Acabo de publicar el artículo de Mario Satz: "El fin de Hipatía" que concluye con estas palabras:
"La mujer se llamaba Hipatía y murió asesinada una tarde de otoño del año 415 en Alejandría. Poco más de mil años después, desconociéndola, el monje cristiano Luca Paccioli la honró venerando los mismos poliedros platónicos en una obra cuya divina proporción aún nos asombra. La belleza se detiene en el número, pero el número acaba, tarde o temprano, por destrozarla."