domingo, 28 de enero de 2007

Plotino y la psicología


Acabo de publicar mi artículo "Plotino y la psicología", en el entre otras cosas se dice:

El neoplatonismo puede considerarse no sólo como una escuela filosófica o un cuerpo de doctrina, sino ante todo como "una actitud psicológica, una actitud arquetipal". Marsilio Ficino, artífice del florecimiento del neoplatonismo durante el Renacimiento, proporcionó una espléndida imagen de esta actitud al comparar al hombre con aquél pájaro que, aún volando, cree arrastrarse porque ve su sombra deslizarse sobre la tierra: "Por lo tanto", añade en su Epistola ad hominum genus, "deja atrás los estrechos límites de esta sombra, regresa a ti mismo; pues así regresarás a la amplitud"

Los "estrechos límites de esta sombra" no son, ni más ni menos, que la identificación con una "realidad externa", con el mundo "físico" y, con el ámbito de las conductas y las manifestaciones aprehensibles en términos de coordenadas espaciales y temporales, es decir: el materialismo. En este mismo sentido aquél otro gran neoplatónico que fue Giordano Bruno escribió en su De Magia que "el alma … no está encerrada en el cuerpo, esto es, no está circunscrita por el cuerpo, sino delimitada solamente a fin de poder desplegar según el cuerpo y en el cuerpo los actos segundos... que, como efectos, vestigios y sombras, de ella proceden". Y en su sugestivo De Umbri Idearum (Sobre la sombras de las ideas) afirmó que "no dormirás si de la observación de las sombras físicas procedes a una consideración proporcional de las sombras ideales". En un tiempo como el nuestro, dominado por el materialismo, en el que los fenómenos psíquicos tienden a explicarse en términos de soma -cerebro, terminales nerviosas, etc.- y de physis -biología, química- o de polis -sociología: familia, educación, género, cultura, economía, política, etc.- resulta saludable volverse a la visión neoplatónica que, ya desde sus orígenes con Plotino, coloca al alma como punto de partida de todas sus reflexiones y en el centro mismo de la "realidad":

No hay que pensar que el alma sea de tal condición que asuma la naturaleza de cualquier afección venida del exterior, sin tener ella sola, de todos los seres, una naturaleza propia. No, sino que es menester que ella, mucho antes que las demás cosas, como quien tiene categoría de principio (arkhé), posea una serie de potencias (dynamis) propias (Enéadas II.3.15.15 ss)

Esta aguda percepción de la exterioridad, la physis, como reflejo y expresión de la psique, de modo que lo espacial (lo físico, lo externo) despliega de manera explícita lo intangible (lo psíquico), que es su fundamento y su sostén, es lo que justifica la afirmación plotiniana, repetida por Ficino y por Bruno, de que el cuerpo está en el alma

En un mundo en que se afirman sinsentidos tales como que "el alma está en el cerebro", la mirada de Plotino resulta refrescante y sugerente, y permite afirmar que lo que actualmente llamamos ego-consciencia, el nivel cotidiano de acciones habituales en el reino de la physis, o la percepción natural sensible, es acaso el nivel más bajo de actividad y, en verdad, una especie de inconsciencia. Desde este punto de vista, la psicología contemporánea ha puesto la psique patas arriba. La psicología del desarrollo del yo y del fortalecimiento del ego fracasa porque conduce a menos consciencia en lugar de más.

Enrique

sábado, 13 de enero de 2007

Escuchar conferencias de simbolismo

Acabo de añadir a la web del Centro una página de Audiciones, en la que pueden escucharse íntegras diversas conferencias tomadas de los cursos: Introducción al Simbolismo del Tarot, Un curso de Neoplatonismo, Los mitos de Platón, La magia en el Renacimiento, Las lecciones astrológicas de Oscar Adler

Es mi intención ir cambiando periódicamente las conferencias, de modo que si hay interés en conservarlas, conviene bajarlas.

Estas conferencias se ofrecen gratuitamente. Los cursos íntegros de los que forman parte pueden adquirirse en Cd-ROM.

Un saludo
Enrique

James Hillman: La guerra, la paz y la imaginación


Acabo de traducir y publicar la charla que Hillman dio en la Universidad de Emory, en la que entre otras cosas afirmó:

"¿Podemos imaginar las consecuencias duraderas de la guerra? Los desplazamientos de la gente. El desperdicio. Las vidas desperdiciadas. Las heridas que perduran después para siempre. Y el número de daños psíquicos después para siempre: la vida de cada persona, su cuerpo, su familia, su barrio, llevando las heridas. Todavía llevamos las heridas de Vietnam, profundamente, pesadamente, implacablemente.
Y algo más que debemos entender es que mando y control, fundamentales en nuestro modo de pensar: encargarse, mando y control- fracasaron completamente respecto a Nueva Orleans. Y claramente no están funcionando en Irak. De modo que uno tiene que pensar no cómo reforzamos y reconstruimos el mando y el control... sino ¿cómo re-imaginamos qué es esto? ¿Y por qué no funciona? ¿Qué falla respecto al corazón humano respecto a eso?

Ahora, yendo a la guerra -que es lo que creo que tenemos que hacer, nosotros que estamos aquí en parte por la palabra 'paz' en el título de este acontecimiento- , esto es, nosotros somos palomas en el corazón, queremos la paz, pero somos los que han de volverse a la guerra y pensarla en profundidad. Porque si no lo hacemos, le dejamos la guerra a los halcones. A los colegios de guerra. A los planificadores de la guerra. Se la dejamos a Kristal y a Wolfowitz y compañía. Se la dejamos a los belicistas si los que están dedicados a la paz, y añoran la paz, no ocupan sus mentes en la profundidad de la importancia de la guerra."

Para leer todo el artículo y también si quieres escuchar la charla original, pica aquí

Un saludo
Enrique

sábado, 6 de enero de 2007

Martin Heidegger: La época de la imagen del mundo


Este ensayo escrito por Heidegger en 1938, fue incluido en su obra posterior, Holzwege (1950) -traducida como "Caminos del bosque" o también "Sendas perdidas". Es un lúcido análisis, profético, de la situación del hombre occidental a partir de la modernidad, en que la voluntad de poder y la reducción de lo real a lo manejable (representable) conducen inevitablemente a un mundo que ha olvidado al ser, y que el mismo Heidegger, en Holzwege, describe así:

"El hombre está a punto de lanzarse sobre la tierra íntegra y sobre su atmósfera, de usurpar y de sujetar, bajo la forma de ‘fuerzas’, el reino secreto de la naturaleza y de someter el curso de la historia a la planificación y al dominio de un gobierno planetario. Ese mismo “hombre rebelde” no está en condiciones de decir simplemente lo que es, de decir lo que significa, en general, que una cosa sea"

El artículo se encuentra disponible en la web del Centro
Un saludo
Enrique

lunes, 1 de enero de 2007

W. Giegerich: Una lucecita que llevar...


a través de la noche y la tormenta. Reflexiones sobre la situación actual de la psicología junguiana.

Este es el nombre del artículo de Wolfgang Giegerich que acabo de traducir y publicar en la página del Centro. Wolfgang Giegerich es un destacado psicólogo analítico cuya obra ha sido considerada por David L. Miller como un avance radical en el pensamiento junguiano, más aún, como "pensamiento junguiano de tercera ola", comparando la obra de Giegerich con la de Jung mismo y con la "segunda ola", la psicología arquetipal asociada con James Hillman.


En este artículo puede leerse, entre otras cosas:

La psicología junguiana tiene la desgracia de no haber sido capaz de atraer grandes mentes, en contraste por ejemplo con la psicología de Freud, que produjo un psicólogo de la talla de Lacan y sirvió de inspiración a muchos pensadores y poetas. Por otra parte, la amenaza (a su sustancia fundamental) viene también de los seguidores de la psicología junguiana entre el gran público, entre los cuales la obra de Jung ha degenerado en una "psicología pop", en otras palabras, en una comodidad, que ante todo tiene la función de satisfacer las necesidades privadas emocionales e ideológico-espirituales, y compensar así un sentimiento de carencia.
.....

La mayor parte del alma está fuera del cuerpo. Con esta tesis Jung rompe con el prejuicio antropológico, biologista, personalista, que predomina en la psicología de hoy como un hecho dado por supuesto y sin la menor reflexión crítica. El hombre "está en el alma", y no al revés. "El alma" es un Universal real, y un Universal concreto además. Ahora se abre la puerta para la visión de que es vida lógica, el spiritus rector de la relación del hombre con el mundo. Esto implica dos importantes aspectos adicionales, a saber la penetración en el carácter esencialmente histórico del "alma" y en el hecho de que no sólo se preocupa por la funcionalidad y los mecanismos (reacciones, procesamiento de experiencias, el aparato psíquico), sino también por contenidos sustanciales o significados -un hecho que por supuesto está en la mayor oposición al presupuesto nihilista de probablemente todas las otras psicologías. Por encima de todo, este concepto de alma significa que se ha comprendido que el tema de la psicología no puede positivizarse, sino que es lógicamente negativo.

Enrique