y como evangelizador"
Sólo el ego quiere soluciones. Sólo el ego puede pensar que nosotros tenemos o debemos desarrollar rituales. Un psicólogo sabe que los verdaderos rituales tienen que venir del alma, de la psique objetiva, a fin de que sean rituales en primer lugar. Al igual que los dioses, los rituales no están hechos por nosotros, no son invenciones nuestras. ¿Y cómo podríamos desarrollar rituales, si su propósito es primeramente hacer sitio para lo que es la condición a priori de la posibilidad misma de los rituales, es decir, la conexión perdida? Una petitio principii. Sin la cópula entre los opuestos, sin la conexión viva real entre lo sensible y lo nocional, cualquier pretendido ritual sólo podía ser una ego ceremonia vacía. Sin embargo, para Romanyshyn nosotros tenemos que hacer esta conexión. “El derretimiento del hielo es un síntoma que requiere una vez más atravesemos el bache entre adentro y afuera.” Pero los puentes del alma no se pueden fabricar. Son puentes lógicos. Y si no existen para nosotros, como es el caso en la modernidad, entonces todos nuestros intentos de reducir la brecha son acrobacias improductivas a un lado de ella. Un Pontifex maximus sólo puede construir puentes que ya existan lógicamente y que le permitan estar lógicamente en ambos lados a la vez.
“Tendríamos que”, “no puede haber solución sin”: retóricamente formas suaves de expresar un mandamiento, un “Tú debes”. Aquí está hablando el ego; y este ego, con su exigencia de un cambio radical, también constela sólo al ego en el lector y a él le habla; y además intenta imponer su propio programa egoico en este último, del mismo modo que surgió de una emoción egoica (la angustia) y enfocó su tema con ego-moralismo. Esta postura es puro ego, un ego completamente envuelto en sí mismo. El alma aquí no figura. En todos los aspectos esto es lo opuesto mismo de la postura de la psicología: la psicología como la escucha cuidadosa del habla del alma a sí misma sobre sí misma y sólo por su propio interés (no a nosotros y sobre nosotros o sobre el mundo y por nuestro bien, nuestra mejora.) “En los mitos y cuentos de hadas, como en los sueños, el alma habla acerca de sí misma, y los arquetipos se revelan en su interacción natural, como ‘formación, transformación / eterna recreación de la Mente eterna’” (CW 9i § 400, traducción modificada)."
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