jueves, 20 de marzo de 2008

La crítica de Nietzsche a la oposición “mundo verdadero/mundo aparente”

Continúo con las reflexiones psico-lógicas:
Movido por la lectura de las estimulantes obras de Wolfgang Giegerich, cuya devoción al “fenómeno del alma tal como se presenta” implica la renuncia a desconocerlo, negarlo, rechazarlo, “explicarlo” o reducirlo a un supuesto “estado mejor”, he retomado la lectura de Nietzsche, quien ha sido el más radical defensor de la existencia “tal como se presenta” y urge a ir más allá de la (pseudo) oposición: “mundo verdadero” (estado ideal, lo que debería ser, el fundamento de lo que hay, etc.) vs. “mundo aparente” (lo que no-debiera-ser, los síntomas, lo “imperfecto”, etc.). Giegerich retoma con pasión el adagio de Nietzsche: “buscar un sentido a la vida, es ya despreciarla. El sentido de la existencia está en ella”.
No es otra cosa a lo que apuntaba Hillman al recordar la cita de Wallace Stevens:
“El camino hacia el mundo
es más difícil que el camino más allá de él”

Así se expresa Nietzsche en el siguiente fragmento de “El Crepúsculo de los Ídolos”: Historia de un error

1. El mundo verdadero, asequible al sabio, al piadoso, al virtuoso, -él vive en ese mundo, es ese mundo.
(La forma más antigua de la Idea, relativamente inteligente, simple, convincente. Transcripción de la tesis “yo, Platón, soy la verdad”).

2. El mundo verdadero, inasequible por ahora, pero prometido al sabio, al piadoso, al virtuoso (“al pecador que hace penitencia”).
(Progreso de la Idea: ésta se vuelve más sutil, más capciosa, más inaprensible, -se convierte en una mujer, se hace cristiana...).

3. El mundo verdadero, inasequible, indemostrable, imprometible, pero ya en cuanto pensado, un consuelo, una obligación, un imperativo.
(En el fondo, el viejo sol, pero visto a través de la niebla y el escepticismo; la Idea, sublimizada, pálida, nórdica, königsburguense).

4. El mundo verdadero -¿inasequible? En todo caso, inalcanzado. Y en cuanto inalcanzado, también desconocido. Por consiguiente, tampoco consolador, redentor, obligante: ¿a qué podría obligarnos algo desconocido? .
(Mañana gris.Primer bostezo de la razón. Canto del gallo del positivismo).

5. El “mundo verdadero” -una Idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga, -una Idea que se ha vuelto inútil, superflua, por consiguiente una Idea refutada: ¡eliminémosla!
(Día claro; desayuno; retorno del bon sens y de la jovialidad; rubor avergonzado de Platón; ruido endiablado de todos los espíritus libres)

6. Hemos eliminado el mundo verdadero: ¿qué mundo ha quedado?, ¿Acaso el aparente?... ¡No!, ¡al eliminar el mundo verdadero hemos eliminado también el aparente!
(Mediodía; instante de la sombra más corta; final del error más largo; punto culminante de la humanidad; INCIPIT ZARATHUSTRA)


En esta “progresión” (el platonismo, el cristianismo, Kant y el romanticismo ulterior, el nihilismo reactivo que conduce al positivismo, el nihilismo activo y finalmente: el mundo “liberado”) anuncia Nietzsche el paso del “absolutismo” y “normativismo” de UNA verdad hacia el “perspectivismo” y “pluralismo” de una visión que no enjuicia ni excluye, sino que acepta la diversidad, la variedad, la diferencia, sin intentar someterla a una “norma”.

Y así Nietzsche reafirma su antigua tesis de la superioridad de la visión “politeísta” sobre la “monoteísta”, tema retomado audazmente por la psicología arquetipal

Para los espíritus más curiosos, he añadido un video de la BBC (en inglés) sobre Nietzsche, así como su "Más Allá del Bien y del Mal" (versión íntegra) y algunos fragmentos de “El crepúsculo de los ídolos” junto con algunos escritos de juventud

Este artículo tiene especial interés para quienes sigan las “Reflexiones sobre el Alma”